Hombre y Sus Derechos Desde Siglos Atras.
La historia de los hombres en la profesión de Enfermería se remonta a vieja data, en la antigüedad en Europa se formaron grandes órdenes, todas ellas designadas con el nombre de Caballeros Hospitalarios, su propósito era ayudar a cuidar a los enfermos. Tres de estas órdenes de Enfermería sobresalen como las más famosas e importantes de la historia: los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, los Caballeros Teutónicos y los Caballeros de San Lázaro, por lo tanto se puede afirmar que el origen del cuidado de Enfermería ha sido por iniciativa de los hombres, sin embargo se reconoce la Enfermería como profesión, gracias a los aportes de Florence Nightingale, quien es considerada “la pionera de la Enfermería moderna”, por esta razón la profesión para muchos, es considerada como una disciplina “solo para mujeres”, puesto que en la obra principal de Florence conocida como: Notas on Nursing: What Nursing is, What Nursing, ella hace gran énfasis en sugerir que para ser Enfermera es necesario tener una serie de cualidades como ser cuidadora, obediente, sumisa, bondadosa, expresiva, domestica y delicada. Características que definen a una madre por naturaleza y a una mujer de la época; por lo tanto pensar en un hombre con estas características, cuando la categorización de la identidad social masculina se define por ser fuerte, viril, imponente, le descalifica para ser profesional de esta área de estudio.
La Enfermería es una profesión liberal y una disciplina de carácter social cuyos sujetos de acción son la persona, la familia y la comunidad, con sus características socioculturales, sus necesidades y derechos, así como el ambiente físico y social que influye en la salud y el bienestar. Tiene como fin brindar cuidado integral al individuo y los colectivos en su entorno; ayudar a desarrollar al máximo los potenciales, para mantener prácticas de vida saludable que permitan salvaguardar un estado óptimo de salud en todas las etapas de la vida (Ley 266 de 1996, Colombia).